No hay nada más icónico que un perro con su hueso. Se lo usa para decorar sus platos, casas, collares, incluso, juguetes en forma de hueso.
Por generaciones, nos acostumbramos a ofrecer huesos a nuestros perros, pero al pasar el tiempo, hemos aprendido que existen riesgos, razón por la cual cada vez son menos los perros que comen hueso.
Entonces, ¿pueden comer hueso los perros? La respuesta corta es SI, pero no todo hueso es bueno, y aquí intentaré contártelo todo, para que tu perro disfrute de un delicioso hueso de forma segura.
Huesos para perros
Los huesos son una fuente importante de minerales y otros nutrientes que ayudarán a satisfacer el apetito de tu perro.
Masticar un hueso, además, estimula la producción de enzimas en su saliva, ayudando a reducir la acumulación de placa en encías y dientes. También, un perro que mastica un hueso, se sentirá más relajado, disminuyendo radicalmente esas excesivas lamidas o rascadas de patas.
Por su consistencia, los huesos pueden llegar a romperse, astillándose o formando pedazos con puntas. Por esta razón, muchos veterinarios cuestionan su consumo, indicando que el riesgo puede ser mayor a los beneficios.
Pero, no todos los huesos son iguales, además, dependiendo del tipo de hueso, así como su origen (tipo de animal), puede tener un fin diferente.
¿Qué huesos pueden comer los perros?
La gran mayoría de huesos, siempre en estado crudo, son considerados comestibles por perros. Entre estos encontramos los huesos de pollo, pavo, cordero o res, ya que son suaves al masticar, comer y al digerir.
Sin embargo, así como lo dicen los veterinarios, persiste el riesgo de atragantamiento, sobre todo en casos donde el perro se lo trague sin haberlo masticado apropiadamente.
Para minimizar estos riesgos, hay algunos pasos que debemos seguir, y te los cuento ahora.
Guía de cuidados
Si estás pensando en ofrecerle un hueso a tu perro, como alimento o recreacional, te invito a seguir estas recomendaciones:
¿Qué beneficios ofrece el hueso a tu perro?
La masticación es un acto natural y muy importante para los perros. Esto los ayuda a bajar los niveles de ansiedad y estrés, ayudándolos a mantenerse más tranquilos y equilibrados.
Masticar un hueso hace que se produzcan enzimas en su saliva, que previenen la acumulación de placa. También, el hueso funciona como un cepillo, raspando y quitando el sarro de los dientes, manteniendo una dentadura más limpia, y con encías más saludables.
Aportan minerales como el calcio y el fósforo, que ayudan a mantener un sistema digestivo saludable. Además de su conocido aporte al sistema oseo, también ayudan a fortalecer los músculos del estomago, prevenir su hinchazón, fomentar movimientos intestinales saludables y prevenir problemas de la glándula perianal.
Otras preguntas que realiza la gente
Aquí recojo algunas de las dudas más comunes sobre este tema, y las respondo para ti.
Si, los perros pueden comer huesos de pollo, así como los de pavo, pero ten en cuenta las recomendaciones señaladas más arriba.
Si le vas a dar este tipo de huesos a un perro, es preferible que sea con carne, ya que al masticar, se tritura el hueso, pero este queda protegido por el tejido. A su vez, la carne ayuda a un paso más seguro hacia el estómago.
De hacerlo, lo pueden hacer. Sin embargo, las costillas se suelen astillar con mayor facilidad, por lo que es mejor evitarlas.
Esta recomendación aplica, también, para todo tipo de hueso de cerdo, ya que se astillan más fácilmente y podrían causar asfixia.
Si estás pensando en ofrecerle huesos de conejo a tu perro, que sea completo, con todo y la carne, así le resultará más seguro, además de nutritivo. Esto aplica para conejos, así como liebres y otros animales de similares características.
Si pueden comerlos. Sin embargo, ten en cuenta que estos son mas delgados y densos que los de res, por ejemplo, por lo que pueden resultar mas apropiados para un perro de raza mediana.
Este tipo de huesos resultan mucho más densos y duros, por lo que resulta difícil que se astillen. Sin embargo, un perro de raza grande o gigante la tendría más fácil con estos huesos, así que te sugiero seguir la guía de cuidados.
Puede que hays escuchado hablar de la harina de hueso, pues es eso mismo, huesos molidos muy fino, que forman una especie de harina.
Esta harina se la suele utilizar como ingrediente para la elaboración de piensos, ya que aportan minerales como el calcio y fósforo, y es más fácil de dosificar. También, es posible encontrarla en forma de suplemento, resultando una alternativa más práctica y segura, en caso que no desees darle un hueso entero.
Sustitutos de hueso
La industria de alimento para mascotas no se queda atrás, y busca ofrecer un sinnúmero de opciones que reemplazan al hueso, indicando que son una alternativa más saludable.
Aunque no estoy en contra de todas estas opciones, si debes tener en cuenta que muchas de estas son productos procesados y que, a diferencia de lo que dicen, también pueden presentar ciertos riesgos a la vida y salud de tu peludo.
Muchas de estas opciones están elaboradas a base de cuero o alguna otra fibra como tendones o ligamentos. El gran problema es que, tras ser procesados, se vuelven menos digestibles, con el potencial riesgo de causar bloqueo intestinal.
Además, y una gran parte de nuestra responsabilidad, llegamos a creer que pueden pasar en el piso. Esto llega a causar contaminación de ese «hueso», con un alto riesgo de intoxicación parasitaria o bacteriana.
Por último, muchos de estos productos contienen gelatina, saborizantes artificiales y otros aditivos y preservantes, que pueden resultar peligrosos, algunos considerados como sustancias cancerígenas.
A mi me gusta ofrecer a mis perros huesos naturales, ellos lo disfrutan y a mi me encanta verlos entretenerse con ellos. Mientras sigas las recomendaciones de este artículo, no hay razón para no ofrecer un delicioso hueso a tu peludo, y si aún tienes dudas, aquí estoy para ayudarte a aclararlas.